Antonia Salas


El monumento construido por el francés León Ernest Drivier, es un homenaje a la matrona Antonia Salas de Errázuriz, hija del intelectual Manuel de Salas, quien se destacó por su aporte a la salud, asistencia y cuidados a enfermos y enfermas en la ciudad de Santiago, atendiendo incluso a enfermos de la epidemia de cólera y a heridos en la guerra de la independencia.

Antonia Salas formó junto a voluntarias la Sociedad de Beneficencia de Santiago y la Hermandad de los Dolores. Además, atendía a enfermos del antiguo Hospital San Borja y trabajó para la llegada de congregaciones religiosas de asistencia y servicio social, como las Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón.

La escultura en su honor fue encargada al artista Drivier por una pariente de Antonia Salas, cuyo traslado, registro e instalación tomó varios años, hasta su ubicación definitiva en la Plazoleta de la Merced alrededor de 1932.