Calle Esmeralda


El proyecto de calle Esmeralda, es un proyecto de activación del espacio público de la subdirección de Patrimonio y Ciudad, en donde se involucra la limpieza y pintura de fachadas, así como su mantención, y la reactivación del Centro Patrimonial La Posada del Corregidor como un espacio cultural y comunitario.

Antecedentes

La frontera norte de Santiago se arma en un recorrido que hilvana paisaje urbano y modos de ser, ambos emparentados, creando y distinguiendo atmósferas arquitectónicas y usos, con ritmos y perspectivas, diversas pero continuas y formando una unidad reconocible, única en la ciudad. El Parque Forestal con el río Mapocho son el gran protagonista, sigue Alameda, Plaza Baquedano, el GAM y el cerro Santa Lucía, el Museo Nacional de Bellas Artes, en el eje norte sur, y la calle Ismael Valdés Vergara en el borde construido del Parque, desde Lastarria, Bellas Artes y el Mercado, la estación Mapocho y el ingreso desde el norte a la Plaza de Armas y el casco histórico.

En medio está la calle Esmeralda y la Posada del Corregidor, pieza urbana que constituye un eslabón que completa la compleja frontera norte de la comuna.

La Posada del Corregidor y la plaza son eje en el recorrido de Esmeralda, un remanso con un comercio que incluye especialidades como ciclismo y audiovisuales, cotillón y la sombrerería más antigua del país, junto con supermercados, tiendas de objetos diversos y una pequeña y particular oferta gastronómica. Es una vía que conduce a esos destinos, más el mercado y el centro, al tiempo que crea una interioridad, constituyendo una muy marcada identidad, una cultura de cercanía y vecindario que sus residentes y locatarios han desplegado con constancia y voluntad. Hace un tiempo se desarrolló un polo de diseño y de arte que logró una posición en la escena cultural, en el que la Posada jugó un rol importante, germen de una economía de aglomeración, que puede ser recuperada, expandida, diversificada y mejorada, controlada y adecuada al lugar.

La propuesta

La Posada del Corregidor y la calle Esmeralda tienen un potencial de desarrollo en dos sentidos necesariamente complementarios: uno es su impronta arquitectónica y espacial, que hace de este un lugar distinguido, con un repertorio que permite un buen relato de una época de la arquitectura nacional; y otro es la presencia de una comunidad activa y ocupada en la idea de recuperar y reimpulsar el barrio, compuesta por vecinos diversos que se encuentran en el empeño.

Para la Subdirección, este trabajo es una oportunidad para ejercitar y sensibilizar alternativas y métodos de intervención en lugares e inmuebles con valor patrimonial, de cara a su protección y activación. La premisa es que este sector juega un rol de conexión y de continuidad en el borde norte del Centro Histórico, con atributos y valores significativos, materiales e inmateriales, fundamento para su recuperación y mejoramiento. En esta perspectiva, se busca un modelo de actuación en la ciudad basado en el patrimonio y en la participación de sus habitantes.

Objetivo general

Proteger el patrimonio material y fomentar la activación económica, social y cultural del sector de la Posada del Corregidor, la plaza y toda la calle Esmeralda.

Objetivos específicos

  1. Colaborar en la reorganización de los habitantes, locatarios y residentes del sector en función de su barrio, la calidad de vida y las actividades que se llevan a cabo.
  2. Limpiar y pintar las fachadas de la calle Esmeralda, como estrategia de aporte al barrio.
  3. Colaborar en generar una programación de actividades para la Posada del Corregidor, la plaza y la calle Esmeralda.
  4. Articular y coordinar servicios municipales en función del objetivo general.

Metodología

La aproximación es participativa y busca generar co-gestión, integrando a residentes y locatarios de comercio e instituciones y a servicios y funcionarios municipales, todos actores activos en el sector. Una primera necesidad es recuperar niveles de confianza entre municipalidad y vecinos, después de un periodo complejo, que esos habitantes sienten, y lo expresan, de abandono del municipio y del sector público en general. Se asume que es imprescindible levantar una oferta de acciones por parte del municipio, señaladas en los objetivos del proyecto. A su vez, poder articular esta oferta significa la coordinación del municipio, lo que se propone como método de trabajo permanente.

El objetivo es coordinar y enfocar las funciones de cada entidad en acciones que impacten sobre el sector, en función de mejorar la presencia municipal y optimizar sus resultados. Además, articulamos con CORDESAN la ejecución de la limpieza y pintura de fachadas. También se han establecido relaciones con la Primera Comisaría de Carabineros de Santiago, vecina del sector.

Por otra parte, se ha avanzado en la programación de la Posada como Centro Patrimonial, recinto que funciona como sede de iniciativas que involucran el uso de la plaza y de la calle, estableciendo redes con comerciantes locales, con artistas y con emprendedores de la comuna, entre otros interesados en usar los espacios y expandir sus actividades, en beneficio del barrio y sus perspectivas de consolidar una identidad.