Se trata de un edificio construido entre los años 1921 y 1926, ubicado en paseo Ahumada N°251, y donde funciona a la fecha la casa matriz del Banco de Chile.
Creación y evolución del Banco de Chile
El Banco de Chile fue creado en 1894 tras la fusión del Banco de Valparaíso (1855), el Banco Nacional de Chile (1865) y el Banco Agrícola (1868), funcionando inicialmente en dos oficinas principales ubicadas en Santiago y Valparaíso. La sede central del Banco en Santiago se ubicaba en calle Huérfanos N°930, en la misma manzana donde se emplaza el actual edificio, cuyos terrenos pertenecieron al Arzobispado de Santiago.
En 1909 surgió la necesidad de contar con un edificio que reflejara la solidez y prestigio alcanzados por el banco, y que cumpliera con los requerimientos modernos de los establecimientos de esta naturaleza. Para responder a esos requerimientos, ese mismo año se encargó un primer boceto de la fachada del nuevo edificio a los arquitectos Alberto Cruz Montt y Ricardo Larraín Bravo, incluyendo elementos distintivos del academicismo francés.
En 1919 el Banco de Chile convocó a un concurso solicitando la participación de arquitectos chilenos y extranjeros. En paralelo, Santiago comenzó un proceso de crecimiento asociado a la densificación de su centro histórico y extensión de sus límites urbanos. La capital afianzaba su rol de ciudad primara, incorporando edificios de mayor altura y construyendo un nuevo perfil urbano. El proyecto fue adjudicado al arquitecto austríaco Alberto Siegel Lübbe, comenzando su construcción en 1921. El nuevo edificio fue inaugurado el 6 de abril de 1926.
Características del inmueble
Al ganar el concurso para la construcción de la casa matriz del Banco de Chile, Siegel junto a su hijo se convirtieron en los arquitectos del banco, construyendo sucursales en Concepción, Osorno y edificios de renta, entre otros.
El inmueble fue concebido bajo un estilo academicista francés, con un amplio espacio central y circulaciones expeditas, atendiendo al alto flujo de usuarios esperado al momento de su diseño y construcción. A diferencia de otros edificios de arquitectura metálica de la época en el país que dejaban la estructura a la vista, el de la casa matriz está construido principalmente con pilares de acero revestidos en hormigón, trabajando ambos materiales estructuralmente.
El edificio tiene cuatro pisos y dos subterráneos que alberga una sala de exposiciones. La primera planta se encuentra elevada 1,6 m respecto del nivel de la calle y en su fachada principal. El primer piso posee vanos con arcos de medio punto; el segundo, arcos carpanel; y el tercero y cuarto, vanos rectos. Además, posee columnas de orden clásico que definen su impronta monumental.
Asimismo, presenta un trabajo notable en rejerías artísticas y herrajes ornamentales, de la fábrica “Mina Hnos. Ltda.”, responsable de estos elementos en edificios emblemáticos de Santiago como el Club de la Unión, Palacio Ariztía y Banco Central.
Valores y atributos
La casa matriz del Banco de Chile posee valores tanto histórico como arquitectónico y urbano. A la consolidación del sistema financiero y de la función pública entre mediados del siglo XIX y comienzos del XX en el centro de Santiago, se suman la relación entre las plantas funcionales y la impronta sólida y monumental en su fachada en interiores, la recuperación de espacios urbanos, el estilo academicista francés en su construcción, su espacialidad interior y la mantención en su uso original.
El inmueble se destaca, entre otros atributos, por la composición de la fachada principal, incluyendo su escalinata de acceso; las 10 esculturas a modo de cariátides en la cornisa de la fachada principal, el hall central con sus tres pisos, la cúpula central con los cuatro arcos rebajados que los iluminan, , el diseño y materialidad de los interiores, la rejería artística y herrajes ornamentales tanto en la fachada como en el acceso y en el hall central, el mobiliario empotrado de bronce, y el reloj en el eje de acceso.
Reconocimiento
La casa matriz del Banco de Chile fue declarado Monumento Histórico mediante Decreto N°209 del 18 de julio de 2016, del Ministerio de Educación.
Asimismo, el edificio es calificado como Inmueble de Conservación Histórica en el Plan Regulador Comunal de Santiago.